El Club de la Comedia frikitecario

Reconozcámoslo: si existe un blog como Frikitecaris, y solo uno y no ciento, es porque la profesión es demasiado solemne, y da poco juego para humoradas. Vale, podemos sacarle punta a tal noticia o cual campaña institucional, o copiar y pegar alguna aparición estelar del mundillo bibliotecario en la prensa o en la tele, pero ¿os imagináis, pongamos por caso, algún programa de monólogos, en plan El Club de la Comedia, inspirado únicamente en el entorno frikitecario? No sé yo, no sé yo. Se podría hacer algún refrito de anécdotas reales o apócrifas, de modo que se estructure algún monólogo brillante, pero ¿daría la cosa como para dos horas semanales de batallitas bibliotecarias y graciosas? Si se hiciera una teleserie sobre Frikitecaris, sí, sin duda (las conversaciones y estereotipos de I. T. Crowd, Camera Café y The Office no dejan de ser aplicables a una biblioteca o archivo), y me acabo de dar una idea cojonuda para una novela que se quedará inédita, pero ¿en formato monólogos? No, creo que no.
Yo me lo he imaginado, y no he llegado muy lejos. La verdad es que no consigo hilar un sketch de diez minutos basado en bibliotecas, cenus y similares. Y mira que lo he intentado. Me quedo en cosas como las siguientes:

Justo ayer le comenté a mi amigo Patxi, sí, el que es del mismo Bilbao, que soy frikitecari, y era la primera vez que oía la palabra. "Ahí va, pues", me respondió, "¿pero tú qué vas a ser frikitecari?" "Que sí, Patxi, que soy frikitecari", le repliqué, y entonces le conté que el término venía de 'friki' y de 'bibliotecario', y que está relacionado con las bibliotecas,. Entonces se quedó mirándome, entre escrutador e incrédulo, como procesando lo que le había contado, y me preguntó: "Ahí va la hostia, ¿y qué bibliotecas levantas, pues?" [Sonido de platillos.]

O bien:

En mi comunidad autónoma han adoptado medidas drásticas contra la crisis. Se han puesto durísimos: la Administración ha suprimido todos los puestos de trabajo de archiveros. Todos. Nos han mandado a todos a la calle. No han dejado ni uno. A continuación nos han echado la culpa de la crisis y han asegurado que, con un poco de esfuerzo y solidaridad por parte de todos, la economía remontará a partir de ahora. ¿Sabéis la explicación que nos dieron? "Es que la dirección del partido nos dijo que buscáramos ar-chivos expiatorios." [Aquí vienen las risas en off.]

O, por último:

Pues Frodo ya veía venir que Gollum era en realidad un documentalista. Lo supo en cuanto lo vio. "Ejque soy un fisonomista de la hojtia", me dijo.  Un gótico o un emo, no, eso lo descartó de entrada, porque Gollum iba en taparrabos, y los góticos o emos no van en taparrabos, sino que visten de negro de arriba abajo, algo así como los Nazgûl pero con un profundo hastío existencial. O que, como no comen y se alimentan solo de tristeza y emociones, tienen los biorritmos bajos y están así como desganaos. Lo sospechó en cuanto lo vio aparecer, tan paliducho, y se pensó: "Oootttia, ejte o trabaja en el metro o en un departamento de documentación; si no, no sejplica". Lo dijo así, con acento de la Comarca, porque no os vayáis a pensar que los hobbits hablan como en la peli, noooo. Los hobbits son campechanos, vulgo llano, gente normal. Están impregnados del habla popular y sus ricas variantes sintácticas y semánticas. Que son unos paletos de la hostia, vamos. Bueno, lo único malo que tienen es la manía esa de fumar pipa a todas horas. Pippin, en realidad, ni miró en el palantir, ni el Ojo de Sauron lo vio, ni ná de ná; en realidad iba con un cuelgue de la hostia porque había fumado de más en la fiesta de la noche anterior, y le contó una de sus paranoias a Gandalf. ¿Creéis que fue Gollum quien tendió una emboscada a Frodo y Sam para que los trincara Ella-Laraña? ¡Qué va! En realidad, la buena de Ella-Laraña ¡¡se limitaba a hacer cumplir la Ley Antitabaco!! Era solo una inspectora de sanidad de Sauron. Los vio encender la pipa, y dijo: "¡Eeeh, ¿no habéis visto el cartel? ¡Aquí no entráis!". Sam se puso farruco y le dijo: "Pues si dejamos de fumar nos vas a oler los pies, o sea que tú misma. ¿Te gustaría?", y claro, ahí se le encabronó Ella-Laraña e hizo lo que hizo. Tolkien  se callaba cositas, ¿eh?, que anda que no barría para casa, el Tolkien. Claro, Tolkien fumaba como un carretero y en realidad estaba resentido con Sauron porque este había aprobado la Ley Antitabaco en Mordor. ¿Habéis visto algún orco fumado en El Señor de los Anillos? ¿A que no? Pues eso. Pero a lo que iba. Va Frodo y me suelta: "¿Sabes cómo descubrí que Gollum era documentalista? Pues muy fácil: no para de decir '¡Mi tessssauroooooo!'. El que yo sea bajito no quiere decir que sea cortito". Macho, cortito, no sé, pero sordo, no veas.  [La banda toca la sintonía del programa. Pausa para publicidad.]
En fin. Reconozcámoslo. La cosa no da como para un programa en plan El Club de la Comedia frikitecario, aunque no me parecería mala idea que el próximo concurso de Frikitecaris consistiese precisamente en eso, en que escribáis vuestros monólogos frikitecarios,  pero claro, para eso deberíamos tener la opción de montar un espectáculo en vivo y en directo, porque así, por escrito, como que no sería lo mismo. ¿Alguien tiene contactillos con la IFLA? Anda que no molaría montar la final en un marco incomparable como el congreso mundial de la IFLA, con tanto boato, con anglosajones con sentido del humor, entre el baile de carritos vintage y la conferencia sobre sostenibilidad no concurrente de recursos 2.0 en la implementación de estrategias competitivas asincrónicas (en cristiano, qué hacer cuando te peta el sistema porque te ha caducado la licencia gratuita y en la concejalía no había ni un puto duro para comprar una). O, en su defecto, en la próxima frikitequedada.
En todo caso, y hasta que se den las circunstancias necesarias para hacer viable un concurso de monólogos frikitecarios, mi gran esperanza al respecto es uno de los mejores monologuistas de El Club de la Comedia, Dani Rovira, que tiene joyitas como esta disquisición acerca de Los pilares de la tierra, o una pullita muy bien puesta sobre las actividades extraescolares, que habla de la biblioteconomía (está en 10'18" a 10'24") y que, curiosamente, es el momento del monólogo en que menos se ríe el público. ¿Serán cenus...?

 

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