A veces no hace falta arquear la ceja. De hecho, no hace falta mover medio músculo facial, tan solo mirar fijamente con cara de panda bonachón y hacer unas cuantas maldades (pocas pero efectivas).
Resultados garantizados. Estoy por contratarlo para mi biblioteca, a ver quién es el guapo que me descoloca los libros entonces. (Gracias por el enlace, Laura)